MARADONA DICE que Messi no tiene personalidad. Ahora bien, ¿la tiene él? Conviene matizar que no es lo mismo temperamento que personalidad. Maradona tiene temperamento, un temperamento fuerte, pero dudo de que tenga personalidad. La personalidad va mucho más allá de pegar gritos, soltar discursos machos y homófobos para motivar a los compañeros, quejarse sin ton ni son al árbitro o cantar el himno de forma estentórea: la personalidad consiste para mí en tener un discurso, conocer las herramientas necesarias para cumplirlo y tener la obstinación para no desfallecer en el camino, además de la flexibilidad necesaria para darse cuenta de los errores y saber rectificar sobre la marcha. ¿Tiene eso Maradona? A mi juicio no solo no lo tiene sino que es más bien al contrario: Maradona no sabe lo que quiere, cambia de opinión cada minuto, es confuso, variable, caprichoso, inconsistente: es ciclotimia pura. Me atrevo a decir que esta falta de personalidad en cada uno de sus actos es la que le ha hecho fracasar como entrenador, porque en el momento en que un jugador se da cuenta de que su entrenador se contradice, de que no sigue una línea, de que no hay nada fijo en él, ese entrenador ESTÁ MUERTO, el jugador deja de creer en él.