DICE BARNEY Ronay en The Guardian que Guardiola ni siquiera come los días de partido por culpa de la tensión. Esto me hace recordar lo que decía la mujer de Franco Baresi, leyenda del Milan: “Con mi marido solo se puede hablar natural los lunes y los martes. El miércoles comienza a ponerse extraño, poco comunicativo, los jueves casi no me dirige la palabra y a partir del viernes ya no existe, toda su cabeza está concentrada en el partido del domingo”.