ESO QUE hizo ayer Luis Enrique en el partido contra el Lens, lo de ver el primer tiempo en la grada "para tener mejor panorámica de lo que está sucediendo" y el segundo en el banquillo, suscitando en la prensa adjetivos como "revolucionario" o "adelantado a su tiempo", es más viejo que Argantonio. Sin ir más lejos, era lo mismo que hizo muchas veces el entrenador Howard Kendall, y por las mismas razones, cuando entrenó al Athletic de Bilbao a finales de los ochenta.