HACE UN año leí esta anécdota sobre Mourinho que me hizo pensar en su decadencia como entrenador: reunido con su familia y amigos en torno a su tarta de cumpleaños, se negó a pedir un deseo antes de soplar las velas "porque yo ya he cumplido todos mis deseos en la vida". Cuando un ambicioso puro deja de mirar hacia otro horizonte una vez que ha alcanzado el último, el aburguesamiento está a la vista. Qué distinto Kobe Bryant: "Lo importante no es llegar a la cima, sino crear otra cima". O Bill Clinton: "Cuando era pequeño, cada vez que nos encontrábamos con un muro lanzábamos nuestra gorra al otro lado: así nos obligábamos a saltarlo. La historia de mi vida ha sido el deseo de saltar cada muro que tenía delante: cuando decidí ser político, quería llegar a ser gobernador; cuando logré ser gobernador, quería ser presidente de USA; y cuando logré ser presidente de USA, quería ser el mejor presidente de USA de la historia".