jueves, 27 de julio de 2023

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LO DEL gen competitivo del Real Madrid es delirante. En los viveros neoliberales del self-made-team se tendría que estudiar este caso único en el deporte mundial. Si tuviéramos que reducir la historia del deporte a diez momentos himalayescos, los once anillos de Bill Russell, el gol de Maradona a Inglaterra en México 86, los siete dieces de Nadia Comaneci en Montreal, los 23 oros de Phelps, los 13 Roland Garros de Nadal, Abebe Bikila ganando descalzo, Jesse Owens ganando ante Hitler, Florence Griffith arrasando en Seúl, Muhammad Ali vs Foreman en Kinshasa, Rossi superando a Stoner en el sacacorchos de Laguna Seca… habría que hacer un hueco para las 13 Champions del Real Madrid… ¡y las que vienen! Es un club nacido para esa competición, que se transforma en ese escenario. A las seis primeras que ganó no les doy tanta relevancia, porque contaba con el mejor equipo del mundo de largo (Di Stefano y Puskas en el mismo once, casi nada, más Kopa, Rial y Gento), pero que haya ganado otras siete es de locos, porque solo en una de ellas, la que consiguió en la temporada 2001-2002 ante el Bayern Leverkusen con aquel famoso gol de Zidane, contaba en mi opinión con el mejor plantel del mundo. Las otras seis las ganó conjugando corazón y frialdad en los momentos clave, es el único equipo del mundo que puede hacer hasta el ridículo en la liga y copa de su país... ¡y luego ganar la Champions!, que es a la literatura como pasarte todo el año escribiendo como Paulo Coelho y en el último mes, de un golpe de inspiración, ¡que te salga el Quijote