viernes, 28 de julio de 2023

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QUE DOS presidentes entregados al neoliberalismo como Macron y Boris Johnson se pronuncien contra la Superliga porque daña al fútbol nacional es lo que me faltaba por escuchar. ¡Hasta arremeten contra la codicia económica, como si el fútbol de ahora fuera franciscano! Se demuestra de nuevo que este deporte es el opio que narcotiza a las masas. No creo que la Superliga europea se materialice, porque sus muñidores se han ido a meter en uno de los jardines más preciados del estado-nación (la liga de fútbol es tan importante para garantizar un país como la escuela, la televisión o el ejército), pero si se materializara podrían pasar cosas muy feas y neorrabiosas: ¡Un gaditano podría hacerse seguidor del Arsenal! ¡Un lisboeta podría hacerse de la Juventus! ¡Un napolitano podría hacerse del Atlético de Madrid! ¡Los partidarios de la pureza del AQUÍ y el NOSOTROS podrían sufrir una paliza! ¡Los identitarios de la UNA sola identidad podrían entrar en crisis!